Mariola, estaba una tarde comiendo dátiles y
se sorprendió de que me saliera del pelo una bandada de
murciélagos.
Se puso muy pesada
y tuve que dejarle entrar un rato. Con lo que yo no contaba es
con que luego no quisiera salir. Por un tiempo llevé a Mariola
en la cabeza todo el rato.
No me importó. Ya me pasaba antes. |