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De dónde sale este libro
No recuerdo qué día nos encontramos Estela y yo,
pero sé que fue por la tarde, porque andaba yo pescando en la playa
de San Gabriel.
Debe de hacer mucho tiempo, porque el puerto no había extendido del
todo sus garras sobre ella (sobre la playa)
Pescaba, pues, como digo, pero no peces, sino ideas.
-¿Pican? –me preguntaban los pescadores de peces mirándome, así,
raro, al ver que en vez de caña llevaba una libreta un lápiz.
-Lo justo, jefe, lo justo –respondía yo, sintiéndome ahora sí un
auténtico bicho raro. Eso de pescar ideas, muy normal no tiene que
ser.
Pues estaba yo en eso, cuando pasó ella, Estela por allí y empezó.
-Hola, ¿me escribes?
-¿Quién eres?
-Una estrella del cielo que se cayó al mar.
-¡Huy, bonita, perdóname, pero como tú hay montones!
-Pero es que yo sé hacer muchas cosas.
Y así pasamos tardes enteras. A veces ella me sorprendía con sus
cosas, me intrigaba. Otras no daba pie con bola, no sabía hacer nada
nuevo y me desesperaba. Otras veces era yo quien no sabía cómo
explicarlo con palabras. Tenía yo ya el ansia de cazar historias,
pero menos maña incluso que ahora y nos costó entendernos.
Yo la miraba y decía aquí hay una historia, pero no sé cual.
Pasó algún tiempo, hubo algún desencuentro. Llegué a desesperarme.
Hasta que un día en un en un acceso de rabia le grité
-¡Tú nunca serás un álbum!
Entonces llamaron a la puerta. No abrí yo.
-Hola, me llamo Miguel Ángel –dijo Miguel Ángel.
-Encantada, yo Nieves y tú y yo algún día ganaremos un premio –me
pareció escucharle, pero no me hagan mucho caso que yo estaba lejos
y era una idea descabellada.
Llegué yo.
-Hola, me llamo Miguel Ángel -repitió confirmando de alguna manera
que no mentía-. Me manda Pablo Auladell.
-¿Qué ha sido eso? ¿una gaviota?
-No, creo que eran tres.
-Bueno da igual. Hola, Miguel Ángel, yo me llamo Pablo y esta es
Estela. Anda, llévatela a ver si tú la entiendes, que a mí ya me
tiene loco.
El muy canalla dejó pasar una semana para ponerme el alma en vilo.
No me lo creía cuando, llamó y dijo:
-Se puede quedar conmigo Estela un ratito más. Bueno, unos días… Es
que me gustaría hacerle un retrato…
Y ahí empezó a nacer realmente.
El resto lo resumo. Viajó a Castellón a un concurso que no ganó y
que casi le cuesta la vida y anduvo de acá para allá hasta que a
Jose Luis Berenguer se le ocurrió montar unas jornadas sobre
literatura infantil aquí en alicante ("¡AQUÍ!, ¡pa qué!" debieron
decirle los políticos)
Allí conocimos a Arianna. Lo que es la vida.
-Hola me llamo Arianna –dijo Arianna.
-Yo, Miguel Ángel –dijo Miguel Ángel confirmando ya del todo que ese
era su nombre real.
-Yo, Pablo –dije con sinceridad.
-Yo, Estela y algún día seré un libro vuestro -nos pareció oír al
fondo, pero claro, no nos lo creímos.
Texto leído en la
presentación de Estela
en el Centro Comunitario Playas, de Alicante,
el 18 de diciembre de 2007.
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