presentación     trayectoria    repertorio    libros    cursos    artículos    fotos    prensa   radio    blog     

 
 
 

 

 

 
 
 

 

Filosofía de gambas y paseo de cangrejos
MIQUEL RAYÓ

NIÑOS Y JÓVENES Entre un surrealismo dulce, la cuentística popular del absurdo y la narrativa rodarina (o rodariana), Pablo Albo (pabloalbo.com) nos divierte con las conversaciones, idas, venidas y preocupaciones de un grupo de seres marinos estrafalarios: los cangrejos, las gambas, los mejillones, los caballitos de mar, un salmonete que cree ser un sargo o un calamar que cree ser un gigante enano y prematuro, hijo de una "calamara" y un barco...

    El autor se define en su web como domador de palabras, y la verdad es que en las páginas del presente cuento las hace saltar y moverse y enredarse como quiere. Pablo Albo tiene un don: el don de narrar. Él es cuentista, es decir, contador de cuentos, narrador. En su blog (pabloalbo.blogspot.com) podemos encontrar alguna de las claves de su trabajo creativo y comunicativo, siempre relacionado con el cuento: hace cursos para padres y maestros, cuenta cuentos a los niños y a los adultos, escribe, fotografía, representa, busca, investiga... Siempre con relación a la palabra o con el relato, sacando provecho de las sugerencias que cualquier hecho o circunstancia le proporciona para crear. Marabajo es un buen libro. Por simpático. También por inteligente.

   En el relato encontraremos gambas filósofas que especulan sobre los límites de la mar, cangrejos habladores que cargan una bota enrocada, un hilarante compatibilidad funeraria relativa a los mejillones, trabalenguas y  juegos de palabras, e ideas de una gran belleza: una perla negra que lo es por una lágrima de tinta de un calamar y una perla transparente que es una simple burbuja huidiza... Pescadores que no pescan, y un mejillón sabio y viejo. También conoceremos que los erizos de la mar Mediterránea forman una red mundial que castiga con pinchazos inesperados y dolorosos los pies de quienes han tirado basura a la mar. ¡Se lo merecen! Una gaviota pone un triste final al cuento. Mientras tanto, el cuento no se ha atascado en ningún momento y el lector se ha visto enganchado sin remedio. Como si lo mirase desde las olas de la mar Mediterránea en una tarde tranquila.

Traducción casera de Pablo Albo

 

 

 
 

 

 
 

 

 
 

 

 
 

                 

 

 
 

 

 
 

volver

  pabloalbo@pabloalbo.com                                      699 235 228